La harina de soja está considerada como un derivado de la legumbre de la soja. Se obtiene a
partir de los granos de la soja molidos finamente y tostados.
Los países orientales (Japón, China, Corea) conocen bien los beneficios de la
soja, ya que es originaria de allí, y consumen todos sus derivados, tales como: la leche de soja,
el miso, el tofu y la
harina de soja.
Contiene mucha proteína de alta calidad, calcio, fósforo, zinc, hierro y vitaminas B y K; es idónea
para el equilibrio nutricional en el organismo. Es fundamental para el desarrollo idóneo de los
músculos, los huesos y los dientes.
La harina de soja ayuda a rebajar el colesterol, gracias a que no contiene
grasas saturadas, reduciendo el riesgo de contraer enfermedades cardiacas y de las enfermedades
coronarias.
La harina de soja es aconsejable en los problemas derivados de la menopausia, ya
que disminuye la irritabilidad, los sofocos y las distintas alteraciones que provoca.
Las personas celiacas pueden consumir sin ningún riesgo la harina de soja, pues
no contiene gluten, y es de fácil asimilación por el organismo. Conviene mezclarla con levadura
para facilitar que leve adecuadamente. Es aconsejable utilizar la
harina de soja
en dietas de adelgazamiento por su bajo contenido en calorías. También, en las dietas de personas
que sufren de alergias derivadas de otros alimentos.
La harina de soja, es recomendable en las personas con tendencia a la diabetes,
porque controla la glucemia de forma natural. Contiene un alto porcentaje de fibra, favoreciendo el
tránsito intestinal y las digestiones.
En la dieta de las personas vegetarianas, la soja suplementa a la proteína
animal, aportando muchos de los nutrientes que el organismo necesita para no tener ningún déficit
alimentario. Al
tofu,
derivado de la soja, se le considera el queso vegano por su alto porcentaje en calcio y proteínas,
mucho más digestivo y de fácil asimilación por el organismo, siempre y cuando, esté ligeramente
cocinado.
En el mercado podemos encontrar harina de soja integral ecológica, más
digestiva y proteínica que la harina de soja convencional. Es ideal para preparar pan, galletas,
pasteles, rebozados, pizzas, etc. Al igual que la harina de soja convencional, conviene mezclarla
con otras harinas ecológicas para aumentar su valor nutricional.
Receta de pan de soja
- 250 gramos de harina integral.
- 150 gramos de harina de soja.
- 100 gramos de harina blanca.
- 25 gramos de levadura prensada.
- 1 cucharada de aceite de oliva.
- 1 cucharadita de sal.
- Agua tibia.
Elaboración del pan de soja
Se añaden en un bol la
harina integral,
la harina de soja y la harina blanca y se remueven.
Se añade la sal, el aceite y el agua que la masa necesite. Amasamos hasta que la
masa coja consistencia. Añadimos la levadura.
Sacamos la masa del bol y amasamos sobre una superficie enharinada. Una vez
consigamos una masa consistente, dejamos reposar durante 30 minutos cubierta por un paño.
Engrasamos con aceite un molde rectangular e introducimos la masa en él. Tapamos
con un paño y dejamos reposar otros 30 minutos.
Precalentamos el horno durante unos 20 minutos a 220 ºC. Horneamos durante 30
minutos a 190 ºC.
Cuando el pan de soja esté a temperatura ambiente lo serviremos.