A pesar de constatar especialmente su lugar de origen, se presupone que la harina de
garbanzos proviene de Turquía o del norte de Siria, desde hace ya más de 10.000 años.
En Oriente, en especial en la India y Pakistán, la harina de garbanzos se
utiliza de forma asidua para la preparación de panes, tortas y para el rebozado de empanadillas,
pues aportan una gran consistencia. En España, la harina de garbanzos comenzó a utilizarse después
de la postguerra, pues era un sustituto ideal del huevo, para preparar su famosa tortilla de
patatas. En el resto de Europa, su uso no es muy habitual. En América Central y América del Sur,
este cereal se ha hecho muy habitual y es considerado un complemento ideal en su dieta.
La planta del garbanzo es una planta anual que crece hasta medio metro de
altura. Es una planta asilvestrada y puede cultivarse en muchos lugares del mundo. La
harina de garbanzos
se obtiene de moler los garbanzos y sus propiedades son similares.
La harina de garbanzos resulta ser un complemento ideal en la dieta de cualquier
persona, aportando una gran variedad alimenticia, necesaria para el equilibrio energético. Es rica
en proteínas, minerales, vitaminas, hidratos de carbono y fibra.
Es ideal para la dieta de los celiacos, pues no contiene gluten, es de fácil
asimilación por el aparato digestivo y aporta un gran aporte nutricional.
La harina de garbanzos puede sustituirse al huevo, ya que al mezclarla con
líquidos, esta harina tiene la propiedad de ligar y cohesionar la masa. No resulta muy elástica
debido a su carencia de gluten, pero su consistencia es muy cremosa y jugosa. Es ideal para añadir
untuosidad a la masa de hamburguesas y albóndigas. La
harina de garbanzos
se puede utilizar para espesar caldos, cremas y salsas, aportando un toque gelatinoso muy agradable
en el paladar. Es de color amarillo y su sabor es similar al del garbanzo. Si deseamos eliminar el
sabor a garbanzos de cualquiera de nuestras elaboraciones, podemos añadirle un poco de zumo de
limón.
La harina de garbanzos es muy recomendable para la preparación de panes por su
textura cremosa, pudiendo añadirle semillas y otros cereales que enriquezcan su sabor.
Receta de pan de harina de garbanzos
- 300 gramos de harina de fuerza.
- 100 gramos de harina de garbanzos.
- 150 gramos de agua del tiempo.
- 100 gramos de masa madre.
- 4 gramos de sal.
Elaboración del pan de harina de garbanzos
Se mezcla bien en un recipiente la harina y la sal. En otro recipiente se mezcla
bien la masa madre con el agua. Mover con una cuchara de madera hasta que se disuelva bien.
Después, hay que mezclar las dos masas resultantes y homogeneizamos. Dejamos reposar la mezcla 10
minutos.
Podemos amasar a mano o a máquina. Tras el amasado, le damos forma de bola y la
ponemos en un recipiente espolvoreado de harina y la dejamos reposar durante 1 hora. Después la
sacamos y la plegamos. Dejamos reposar unos 30 minutos. Volvemos a plegar y esperamos otros 30
minutos.
Moldeamos la masa en forma de barra en una superficie enharinada. Cubrimos con
un paño. Dejamos levar toda la noche.
Precalentamos el horno a 250 ºC al menos durante 20 minutos. Podemos introducir
en el horno un cuenco con agua para conseguir una corteza más crujiente.
Le hacemos un corte longitudinal a la masa para ayudarle en la cocción y
horneamos durante 30 minutos bajando la temperatura a 220 ºC. Dejamos enfriar sobre una rejilla.