La harina de avena contiene uno de los cereales más nutritivos y saludables que nos aporta
una gran variedad de nutrientes beneficiosos para la correcta salud del organismo. Procede de
Europa siendo los mayores productores de este cereal Canadá, Rusia y EE.UU.
Este cereal es la avena y puede ser introducido a la perfección en la dieta de
personas diabéticas, ya que la absorción de sus hidratos de carbono es realmente lenta ayudando con
ello a mantener un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre.
Es una indudable ayuda cuando se toma diariamente, tanto en forma de cereal,
como en cualquier variación realizada con
harina de avena,
ayudando a mantener el funcionamiento adecuado del cerebro; también cuando se trata de ayudar en
problemas relacionados con el sistema nervioso: estrés, insomnio, nerviosismo y ansiedad.
Su aporte en fibra soluble, además de retrasar la digestión del almidón que
contienen otros alimentos, ayuda a acelerar el tránsito intestinal estimulando sus movimientos
peristálticos. Activa el crecimiento de bacterias saludables para el intestino pues contiene un
efecto prebiótico.
Resulta ser uno de los principales cereales más recomendados para mantener
nuestras arterias y organismo en general. Contiene ácido linoleico y grasas insaturadas
beneficiosas para la salud.
Se aconseja tomar avena durante los
meses de embarazo
y la lactancia gracias a su gran aporte de vitamina B, K (que beneficia la correcta coagulación de
la sangre y la metabolización idónea de los huesos), fósforo, hierro, proteínas y minerales. Todo
ello, contribuye a restablecer el organismo en períodos de convalecencia después de operaciones
quirúrgicas.
La preparación de la harina de avena casera es relativamente fácil, se combina
la avena integral molida y el líquido que prefiramos (pudiéndose ser agua o leche) en partes
equilibradas, dependiendo del espesor y textura que queramos darle. Se cocina en un recipiente a
fuego medio, el tiempo necesario hasta que quede la consistencia que nos agrade.
Con la harina de avena se pueden elaborar panes, teniendo en cuenta que esta
harina debe ir mezclada con otras que contengan algo de gluten pues de lo contrario no subiría ni
quedaría esponjoso. También se preparan sopas y cremas de suave y agradable sabor; gachas, que se
suelen aderezar con chocolate, miel, sirope de arce o cualquier otro edulcorante. Es ideal para
preparar bizcochos o galletas, ya que al no subir demasiado, suelen quedar crujientes y muy
sabrosas.
Receta de pan de avena con canela
- 70 gramos de avena en hojaldre.
- 150 mililitros de agua hirviendo.
- 20 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
- 30 gramos de miel.
- 18 gramos de azúcar morena.
- 6 gramos de sal.
- 40 gramos de pasas.
- 7 gramos de levadura seca.
- 1 huevo.
- 235 gramos de harina de fuerza.
Para el relleno:
- 15 gramos de mantequilla suavizada.
- 60 gramos de azúcar.
- Media cucharada de canela.
Elaboración del pan de avena con canela
Se coloca en la panificadora, la avena y el agua hirviendo, después se agrega la
mantequilla, la miel, el azúcar moreno, la sal y las pasas. Poner la máquina unos segundos para que
se mezcle bien todo. Cuando baje la temperatura de la mezcla, se incorpora la levadura, el huevo y
una parte de la harina de fuerza. Mezclar vigorosamente.
Se incorpora el resto de la harina y se amasa bien hasta que la masa obtenga
suavidad y forme una bola. Colocar la masa en un recipiente untado con un poco de aceite y se deja
levar durante 1 hora en un sitio tibio y tapado.
Con un rodillo, se extiende la masa en forma rectangular. Mezclar el azúcar y la
canela.
Untar mantequilla sobre toda la masa y espolvorearla con la mezcla de canela y
azúcar. Enrollar por la parte angosta. Colocar en el molde para pan dejarla levar durante 45
minutos.
Hornear en horno precalentado a 180 grados durante 40 minutos y que se vea
dorado. Sacarlo del horno, desmoldarlo y untarlo mantequilla derretida con una brocha. Cortarlo en
rebanadas cuando se halla enfriado.