La harina de almorta es cultivada en India, Etiopia, en Suramérica y España.
La harina de almorta es denominada en España, como «la harina de la guerra»,
pues durante la guerra y en la postguerra, en especial, en zonas como Andalucía, Castilla la Mancha
y Extremadura, fue el alimento esencial de muchas personas que podrían haber muerto de hambre
debido a la escasez de comida. Su consumo permanente está considerado como «peligroso», ya que en
1941 se demostró que puede provocar la inmovilización de las articulaciones, parálisis y la
deformación de la columna, una enfermedad llamada «latirismo».
En contrapartida, la harina de almorta contiene muchos antioxidantes que son
beneficiosos para el organismo, que previenen el cáncer, las enfermedades del aparato circulatorio
y retrasan el envejecimiento de los órganos y tejidos del cuerpo. Los últimos estudios informan que
utilizada esporádicamente, no perjudica la salud. Además, la
harina de almorta
es baja en grasas y muy rica en fibras que favorecen la digestión.
La harina de almorta se obtiene de la almorta, una legumbre con la que se pueden
preparar pan, gachas, purés o guisos. El sabor de la harina de almorta es más exquisito que el de
la
harina de trigo
y proporciona una untuosidad cremosa muy agradable en el paladar.
Receta de gachas de almorta
- 4 dientes de ajo.
- 2 chorizos frescos.
- 2 filetes de panceta de 1 centímetro de grosor.
- Pan para picatostes.
- 6 cucharadas soperas de harina de almortas.
- Pimentón.
- 3 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal.
- Agua.
Gachas de almorta paso a paso
En una sartén amplia y con fondo se fríen en aceite de oliva los dientes de ajo,
el chorizo en rodajas y la panceta en trocitos. Un vez que esté todo frito, sacamos, escurriéndolo
bien todo y reservamos. A continuación, en el mismo aceite freímos los picatostes y escurriéndolos,
los reservamos.
En la grasa que ha quedado en la sartén ponemos la harina de almorta y la
rehogamos un par de minutos a fuego lento, hasta que se forme una masa espesa y tostada. Añadimos
entonces el pimentón, que también tostamos ligeramente. Hay que ser cuidadosos con este paso y
mantener el fuego bajo, ya que el pimentón se quema amargará el plato.
Añadimos el agua poco a poco, removiendo de forma constante para que no queden
grumos.
Se añade sal al gusto y se deja cocer el puré, removiendo con frecuencia para
que no se pegue a la sartén. Este puré irá espesando y, cuando tenga una buena consistencia dejamos
que hierva durante un par de minutos y que la grasa salga a la superficie.
Retiramos en este momento la sartén del fuego y añadimos los picatostes, el
chorizo y la panceta troceada por encima. Las gachas se toman muy calientes, casi quemando.
Las gachas de almorta se suelen comer en el mismo recipiente en el que se
cocina, mojando pan en su crema, o bien, con una cuchara.